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David Sánchez de Castro
Viernes, 13 de junio 2025, 22:26
La Scuderia está muy señalada tras dar dos pasos atrás con respecto a 2024, con un Hamilton que no se encuentra y un Leclerc sobre el que ya hay rumores de salida
Pensar en Italia, como concepto filosófico, es pensar en Ferrari. La Scuderia alberga todos los valores, virtudes y vicios de lo italiano desde las entrañas, con lo bueno y lo malo que ello conlleva. No hay un año, ni siquiera en los que tuvieron mano de hierro para dominar el Mundial, en el que no vivan sumidos en un magma caótico de manera constante. En este 2025 ese volcán está en plena erupción.
Y es que la escuadra italiana no está a la altura de lo que se esperaba. Tanto Charles Leclerc como sobre todo Lewis Hamilton están decepcionando a propios y extraños. El rumbo bajo el mando de Fred Vasseur parece haberse torcido de manera que pocos ven una solución, hasta el punto de que el gerente francés está en medio de la rumorología sobre una salida forzada del equipo a no mucho tardar. El Corriere della Sera ya ha puesto sobre la mesa el nombre de Antonello Coletta, director de Ferrari en el Mundial de Resistencia, donde los coches rojos sí ganan y que este fin de semana intentarán conquistar por tercer año consecutivo las legendarias 24 horas de Le Mans. Una de las decisiones de Vasseur más cuestionadas es, precisamente, fichar a Lewis Hamilton.
A toro pasado es fácil colegir que quizá se equivocó. Carlos Sainz era un piloto que ya estaba asentado, que formaba una buena dupla con Charles Leclerc —no sin sus ciertos roces— y que, dentro del contexto general, daban buenos resultados. Cerraron 2024 con cinco victorias —tres de Leclerc, dos de Sainz—, segundos por muy poco en el Mundial de constructores y la sensación de que, con una pizca más de fortuna, quizá habrían podido alcanzar algo más. Pero fue un año en el que ya sabían que no iban a seguir con esa estructura. A principios de año se les puso a tiro Lewis Hamilton y, como es normal, decidieron echar el resto por ficharle. No es fácil decirle que no al heptacampeón del mundo que ha arrasado con casi todos los récords posibles.
Sin embargo, año y medio después de aquella decisión y con apenas cuatro meses de campeonato, hay ya muchas voces que ponen en duda esa lógica decisión. Vasseur pensaba que era tan simple como colocar a Hamilton en el hueco de Sainz y que el resto de piezas encajarían. Craso error: el piloto inglés y Riccardo Adami, su ingeniero de pista heredado del español, viven en un continuo estrés que da más valor a la paciencia que tuvo Peter Bonnington 'Bono', el que tuvo durante años Hamilton en Mercedes y que le ayudó a llegar a lo más alto. Los resultados no están llegando, hasta el punto de que el hombre que ha roto todas las marcas posibles no ha pisado aún un podio vestido de rojo —a excepción de las sprint—, ni parece que lo vaya a hacer a corto plazo. La llegada a Canadá parecía que podía darle un golpe de moral, dado que aquí logró la primera de sus victorias en el lejano 2007, pero su ritmo en los libres no ha dejado muy buenas sensaciones.
La situación para Charles Leclerc no es mucho mejor. De hecho, sobre él pende aún más presión, habida cuenta de que Hamilton aún puede justificar su falta de resultados a la más que evidente necesidad de adaptación a un ecosistema radicalmente distinto al que estaba acostumbrado. La situación de 'il predestinato' es radicalmente opuesta: no hay ni un piloto en la parrilla que tenga las costuras más hechas a Ferrari que él.
Empezar el GP de Canadá con un error grosero que le hizo comerse un muro y romper el monoplaza no es el mejor de los inicios. Fue toda una declaración de intenciones y también un síntoma de lo que está pasando Leclerc. La situación está en tal punto de enfado que ya hay fuentes dentro del paddock, algunas muy cercanas al piloto, que están deslizando una eventual decisión drástica: salir de Ferrari. Él, en público, lo niega. En privado, sonríe. Aunque tiene contrato hasta 2029, también una cláusula de revisión a final de cada año. Hay equipos con sitio libre: Mercedes, Aston Martin o incluso Red Bull si se dan las circunstancias le podrían encontrar acomodo.
Toda esta música suena mientras, en Williams, Sainz vive con mucha menos presión. Sus resultados no están siendo del todo brillantes, pero sabe que tiene mucho menos que demostrar allí de lo que tenía que hacer en Ferrari. Aún así, a buen seguro que cambiaba sus peleas por puntuar por las de los podios. Él no tomó la decisión de salir de Maranello, por lo que tampoco es responsable de lo que les está pasando ahora.
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