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J. F.
San Sebastián
Martes, 10 de junio 2025
Aprender a ser firme tiene grandes ventajas según el consenso de los profesionales de la Psicología. ¿Alguna vez has sentido que tus deseos o límites no son escuchados? ¿Que tu amabilidad es aprovechada o que otros toman decisiones por ti? Esta sensación de ser «pisoteado(a)» es una experiencia común para muchas personas pero la buena noticia, según la psicóloga clínica Maïté Tranzer, es que existen claves sencillas para «aprender a afirmarse, sin sentir culpa ni avasallar a los demás».
La primera y fundamental etapa para cualquier cambio duradero es la autoobservación y el autoconocimiento. La doctora Tranzer aconseja así identificar las situaciones específicas donde uno se siente anulado, las personas que sistemáticamente traspasan los límites (ya sea en el trabajo, la familia, con amigos o en la pareja), y recordar momentos recientes en los que se dijo «sí» a pesar de pensar «no». «Aquí el trabajo personal y la introspección actúan como un espejo y proporcionan los medios para comprender por qué actuamos, pensamos o sentimos como lo hacemos: este es el punto de partida de todo cambio duradero», explica esta psicóloga clínica.¡ graduada en la Facultad Denis Diderot de París.
Una de las razones principales por las que muchas personas se dejan «pisotear» es el miedo a desagradar, a parecer egoístas o a ser rechazadas. Es crucial comprender que «su valor no depende del de los demás» y que «tú tienes el derecho de tener necesidades, límites y preferencias». En este sentido, Maïté Tranzer es rotunda: «decir 'no' no es una falta de amabilidad, sino un acto fundamental de respeto hacia uno mismo».
La manera en que se expresan las cosas tiene un peso inmenso. Para ello, la psicóloga francesas ofrece valiosos consejos sobre la comunicación no verbal y verbal: «No es sólo lo que dices, es cómo lo dices: habla más despacio si estás acostumbrado a hablar rápido, mira a los ojos a la persona con la que hablas, colócate firme, aunque tiembles un poco por dentro». Esta postura y cadencia transmiten seguridad y confianza, elementos esenciales para una afirmación efectiva.
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Si la palabra «no» le resulta demasiado categórica, existe una alternativa más suave pero igualmente firme: «Te entiendo, pero prefiero no comprometerme con eso». Esta es el tipo de frase que denota seguridad y confianza en uno mismo.
Convertirse en una persona asertiva no sucede de la noche a la mañana; es un proceso que requiere tiempo y, sobre todo, mucha práctica. La doctora Tranzer sugiere empezar con pequeños pasos para superar el miedo, como «devolver al restaurante un plato que no nos conviene». Es importante recordar que, incluso si la otra persona parece «ofendida» o perturbada por su negativa, esto no invalida la legitimidad de tu sentir.
En ciertos casos, el acompañamiento de un profesional (un psicólogo, coach o terapeuta) puede ser de gran ayuda para comprender los mecanismos profundos que impiden establecer límites y para aprender a hacerlo con mayor claridad y serenidad. En definitiva, aprender el arte de decir «no» es un paso liberador hacia una vida más plena y respetuosa con uno mismo.
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