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Los buenos estudiantes acostumbran a ir a por nota. No les vale con el mero aprobado. Siempre quieren más. Es el caso del Inveready Gipuzkoa ... Basket que no se conforma con haber llegado al playoff después de una excelente última racha con nueve triunfos en once partidos. Y si encima el entrenador de un equipo es doctor en Bioquímica, está todo dicho.
El Inveready GBC jugará por tercera vez consecutiva un playoff de ascenso a la ACB, el primer paso de este purísimo final de temporada que tiene como premio jugar en la ACB. ¿Lo puede hacer el equipo guipuzcoano? ¿Volveremos a ver al Madrid, Baskonia, Barça o Joventut en Illunbe? Puede ser. Pero la lógica le da la espalda al GBC y si es capaz de eliminar al Estudiantes, le espera después una final four.
El cum laude está detrás de una eliminatoria al cinco partidos donde además de la diferencia de equipos, el Inveready irá mermado sin su mejor jugador, Vrankic, y sin otro importante, Mokran. «Nos adaptaremos», dijo ayer en la previa Mikel Odriozola. No será nada nuevo para él porque ha tenido que lidiar con las bajas casi desde la pretemporada.
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«No firmo ganar un partido en Madrid», confiesa el de Aiete. Y no lo hace por prepotencia, porque, ¡y si gana el primero? Irán a por el 0-2, como sucedió hace dos temporadas en Coruña en aquel inolvidable playoff. «El objetivo es que juguemos dos partidos ante nuestra gente», dice el entrenador donostiarra. Vrankic no está hoy, eso es seguro, aunque los optimistas pueden ir encendiendo una vela a los santos. «Nuestro departamento médico está trabajando para que Josip pueda llegar cuanto antes. Acordaos que el año pasado jugó con la muñeca rota casi todo el playoff».
Las dos bajas del GBC obligan a que Ansorregi y Ander Martínez jueguen al 'cuatro', «Y si lo tienen que hacer Stürup o Motos, lo haremos», apunta Odriozola.
Tiene claro el preparador del Gipuzkoa Basket que el Estudiantes «tiene muchísimo talento, diez de sus doce jugadores han competido en la ACB y muchos en Euroliga. Pero nos equivocaremos si queremos ser mejores individualmente, tenemos que ser mejores como bloque. Ser muy sólidos».
La plantilla estudiandil llega con una racha de cuatro triunfos en las últimos nueve jornadas, «producto muchas de ellas del calendario», remarca Odriozola, que no se fía de esa serie de resultados. Granger, Kravic, Alonso, Rodríguez o Schmidt son capaces de poner patas arriba un partido, con lo que la misión del Gipuzkoa Basket en el Movistar Arena es eso, para sacar muy buena nota. «Ellos juegan muy bien y vienen de una buena racha», dijo Natxo Lezkano sobre el GBC. Sobre el papel, el portugalujo tendrá a toda la plantilla a su disposición. Pocos creen en que los guipuzcoanos puedan rascar algo en Madrid. Lo mismo ocurrió en Coruña y Burgos.
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