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Modificar el calendario del apagón nuclear, en especial en lo relativo a los dos reactores de Almaraz, es necesario para cumplir los objetivos del Plan ... Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), las circunstancias actuales justifican, «por el interés general», una modificación del protocolo de cierre para reducir las necesidades que «hoy, sí o sí, suplirían esa menor producción nuclear, que sería una mayor entrada de los ciclos combinados con total seguridad», ha explicado Diego Martínez, investigador asociado de Fedea, en la presentación del informe de Seguimiento del plan de Transición Energética.
Para este experto, «es sensato no proceder a los cierres de los dos grupos de Almaraz», previstos para 2027 y 2028 «y llevarlos hasta finales de esta década». Precisamente, la semana pasada las propietarias de la central extremeña (Iberdrola, Naturgy y Endesa) llegaron a un acuerdo para frenar su cierre en 2027 y sentarse en una mesa de negociación con el Gobierno para analizar la viabilidad de la extensión de la vida útil de la central. Una decisión que deja la pelota en el tejado del Ejecutivo, que por ahora, se mantiene a la expectativa de los pasos que den las propietarias.
Para Fedea, alargar el calendario no es normativamente complejo. «Es modificar una orden ministerial que se modifica con otra orden ministerial» y que, en su opinión, está justificado por el interés general. Martínez reconoce que esta adaptación del apagón nuclear «está ligado a todos los aspectos fiscales», como el impuesto a la generación, «que pagan inicialmente las centrales de generación, pero que se transmite de forma automática al consumidor de energía», y que, una vez solucionado el problema del déficit de tarifa, «no hay ninguna causa que motive su mantenimiento», ha subrayado, o el impuesto especial, que reducirlo sería «perfectamente factible».
Respecto a la tasa Enresa, que sí que recae expresamente sobre las centrales nucleares, ha destacado que «nadie pone en duda» de que debe ser asumida por los propietarios. De todas maneras, ha estimado que las centrales nucleares «siempre han estado sometidas a dobles y triples fiscalidades». «A veces sobre el mismo hecho imponible, a nivel nacional y a nivel autonómico, y alguna solución tenemos que darle», ha recalcado.
El informe de Fedea analiza el caso de Bélgica, país en el que la Comisión Euorpea aprobó recientemente un nuevo esquema de ayudas para dar continuidad a los dos reactores restantes del parque nuclear belga. Desde su punto de vista, la decisión pública para extender la vida útil del parque nuclear «pasa por asegurar las condiciones regulatorias, tanto económicas como de estabilidad y protección legal, que den seguridad para acometer las inversiones adicionales que serían requeridas por el regulador de seguridad nuclear».
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