La relación de Osakidetza con la sanidad privada enquista el acuerdo en el Pacto de Salud

El texto que se debatió consta cinco objetivos. En cuatro hubo acuerdo. El restante salió adelante, tras más de 4 horas de reunión, en una votación en la que tomaron parte solo nueve de los 28 integrantes de este equipo de trabajo. La mesa del pacto celebrada ayer, donde sí estuvieron presentes todos los participantes en este foro, lo rechazó.

El punto de la discordia tiene un cariz político sobre el modelo de salud pública que se quiere para Euskadi. Se refiere a las prestaciones sanitarias que debe ofrecer directamente Osakidetza y cuáles puede derivar a la privada. En el documento presentado, y que salió adelante con los votos de EH Bildu, LAB, UGT, CC OO, SATSE, Sumar y el Colegio de Trabajo Social, se establecía que esta colaboración debía ser «ocasional y excepcional».

Las externalizaciones tendrían que justificarse y previamente «ser analizadas y aprobadas por la administración, profesionales, colegios profesionales, representantes de trabajadores y representantes de usuarias». Planteaba a su vez que, a medio plazo, Salud dejase de recurrir a la privada y preste ella misma los servicios que ahora concierta con las clínicas. Y todo ello sería medido anualmente para comprobar que lleva a cabo esta reducción.

PNV, PP, PSE o el representante de Confebask trasladaron ayer sus discrepancias con la propuesta presentada, tanto por su contenido como por el modo en que se desarrolló aquella votación en el grupo de trabajo.

Ante esta situación, con «posturas antagónicas», según Salud, el Departamento decidió elaborar una propuesta «integradora» con una redacción con la que estén cómodas todas las partes. Para ello sugiere «reforzar y modernizar Osakidetza, bajo los principios de eficiencia, equidad y calidad, garantizando su sostenibilidad a largo plazo, poniendo al ciudadano en el centro». Gontzal Tamayo, director de Planificación, aseguró que en Europa no existe ningún sistema público de salud que no tenga colaboración con el sector privado para determinadas cuestiones. Defendió a su vez que Osakidetza es uno de los que menor grado de conciertos tiene para cuestiones como derivar pruebas, operaciones o contratar el servicio de ambulancias.

Salud se compromete, según la propuesta, a no incrementar el porcentaje de fondos que destina a acuerdos con entidades privadas. Cantidad que oscila en la actualidad entre el 5 y el 6% del presupuesto de la consejería, cifrado en 5.116 millones. La proposición será remitida a los participantes para que puedan realizar aportaciones. Pese a las diferencias, el consejero Martínez está convencido de que «tendremos Pacto de Salud». Su firma final está prevista el 27 de junio.